Universidad Adolfo Ibáñez
Lectura Crítica
Profesor: José Miguel Barrios
Alumno: Pablo Ignacio Marín Concha
Fecha: 30 de agosto de 2010
La Insoportable ambigüedad del ser
Caracterización física y sicológica del personaje principal de la novela El Guardián entre el Centeno: Holden Caulfield.
Un joven de dieciséis o diecisiete años es un adolescente. Valiéndome de la redundancia, diría que se trata de alguien que adolece de indeterminadas cosas: necesita, padece o incluso carece. Sin embargo, el asunto es un poco más interesante. Holden Caulfield, el presente antihéroe, se constituye de esta condición para finalmente estar caracterizado por completo por las ambigüedades. Algunas son voluntarias, otras no. Pero son tales, que resultan insoportables. Cuando digo ambigüedad involuntaria me refiero a aquello que dice relación con el físico y su apariencia, mientras que las voluntarias, se refieren más bien a aquellas que emanan de su cabeza y a aquello que considera la vida buena.
El cuerpo de Holden parece ser el de un adulto, mide cerca de un metro noventa de estatura, tiene la mitad de la cabeza cubierta de canas[1]. Y por otro lado, tiene un cuerpo flaco, cabello rapado y viste algo como el uniforme del colegio Pencey, que se distingue por una corbata. Por si fuera poco, usa una gorra de caza roja. Elemento que tampoco deja de ser ambiguo pues corresponde a un objeto de cacería, actividad reservada para los adultos por el uso de armas de fuego, pero que Holden viste más como accesorio juvenil lúdico que como vestimenta para cazar. Entonces, aquello que demostraría ambigüedad en cuanto a su apariencia sería principalmente: la corbata, usada tanto por adultos como niños, el cabello, el gris propio de los adultos, y el no gris de los más jóvenes, su estatura que no es normal para los niños comunes, y la gorra de caza que puede ser usada tanto a la hora de manipular armas de fuego como también para vestirse a la usanza juvenil. Estas características las he denominado involuntarias porque aquellas vinculadas al cuerpo del personaje son de nacimiento, y por otro lado la corbata y la gorra son más parte del estilo, que es ingenuo y no tiene relación con características morales de Holden.
En cuanto a la vida buena, el personaje demuestra ambigüedad o inconsistencia, ya que por un lado guarda ciertos valores positivos, para con los adultos mayores o su familia, pero por otro demuestra absoluto desinterés con mucha gente y su futuro, tanto así que acaba en una especie de sanatorio. Es bueno y preocupado, por ejemplo, con su hermana Phoebe, normalmente hace mención a su hermano fallecido Allie a quien ha querido mucho. Aprecia a ciertas personas que llama para acordar citas, o para despedirse, como con Spencer[2] su profesor de Historia o Antolini[3], o chicas que le merecen muchísimo respeto como Jane Gallagher[4]. Sin embargo, a la vez desprecia a los normales como Ackley o Stradlater[5], mientras que las prostitutas le producen gracia[6]. Este tipo de ambigüedad es relevante ya que da cuenta de los valores de Holden, que no corresponden a un relativismo moral per se sino que más bien lo que hacen es revelar su particular escala valorativa, que se ajusta a sus propios intereses, más que al bien de la sociedad -por llamarlo de alguna manera-. Digamos que respeta a unos y desprecia a otros, no siempre quedando muy claras las razones. Por si fuera poco, siendo echado de uno y otro colegio, no demuestra interés en su propio devenir, sin embargo dice que estaría contento de ir a trabajar al Oeste en un rancho en Colorado[7]. Sea esta voluntad cierta o no, lo que hace es demostrar conciencia respecto de sí mismo y el valor del trabajo.
Los presentes hechos que denominado ambiguos, han de ser vistos desde la óptica adolescente. También es posible que el asunto sea más sencillo y es que las vías tradicionales de la sociedad a Holden no le van. Y desde ese punto de vista yo lo he considerado ambiguo, pudiendo también ser ingenuo, inconsciente o simplemente adolescente.
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